Inyección de toxina botulínica guiada mediante electromiografía de laringe
La inyección de toxina botulínica en laringe se utiliza en el tratamiento de la disfonía espasmódica, así como en algunas estenosis y sinequias de laringe, y en granulomas posteriores refractarios al tratamiento médico convencional. La toxina actúa produciendo una parálisis transitoria de los músculos inyectados. Su aplicación exacta en el músculo deseado es realizada mediante el empleo de una aguja-electrodo guiada por electro miografía. Esta aguja-electrodo se introduce en la laringe idealmente por el cuello y sin la utilización de anestesia tópica o local pues esto puede alterar la actividad motora de los músculos y desviar la atención del médico sobre el sitio exacto de aplicación.
Las dosis empleadas son variables según la preferencia y experiencia del médico, el tipo de trastorno y la respuesta previa del paciente a la toxina. Su efecto comienza generalmente a las 48 horas y tiene un pico aproximado entre el tercer y octavo día a su aplicación. La duración del efecto es muy variable entre pacientes, así como entre dosis sucesivas en un mismo paciente, pero generalmente aplicada en el sitio correcto y bajo las condiciones ideales puede durar alrededor de 3 meses, tiempo en el cual hay que repetir la aplicación de la toxina. Sus efectos secundarios y la duración de los mismos dependen de los músculos inyectados y las dosis empleadas, pero en general se produce una voz respirada o sin tono y una aspiración de saliva o alimentos durante la deglución por un periodo de aproximadamente 10 días. Su aplicación por parte de un médico experimentado y con los equipos adecuados debe ser rápida y poco molesta para el paciente.