Patología laríngea con su tratamiento médico y quirúrgico

 

Cáncer de laringe

La laringe es el segundo sitio más frecuente de cáncer del tracto aero digestivo superior después de la cavidad oral. El cáncer de laringe más común es el carcinoma escamo celular (95 % de todos los casos). Este es más frecuente en hombres entre los 60 y 70 años de edad, con factores de riesgo como el antecedente de consumo de cigarrillo y/o alcohol, cuya combinación se ha demostrado aumenta el riesgo, o trabajadores expuestos a sustancias como pinturas, metales, plásticos, combustibles, etc. Otros factores que se han visto implicados en el desarrollo de este tipo de cáncer son el reflujo faringo-laríngeo y algunas cepas del virus del papiloma humano (16 y 18 principalmente, sobre todo en adultos con otros factores de riesgo).

Existen unas lesiones que representan cambios anormales en el epitelio y se pueden manifestar como masas irregulares o ulceraciones de la mucosa. Estas lesiones pueden ser pre-malignas y ante su sospecha mediante endoscopia laríngea, se debe llevar al paciente a salas de cirugía para tomar biopsia de la lesión, resecando por completo la lesión y preservando en lo posible el tejido normal circundante.

Los términos clínicos de las lesiones pre-malignas más frecuentemente descritas son la leucoplaquia, la cual describe una placa de color blanco, y la eritroplaquia, que describe una lesión roja, ésta última más indicativa de una lesión maligna subyacente.

En el análisis patológico cuando existe una alteración cualitativa en la apariencia de las células consistente en aberraciones y maduración anormal de las mismas, se le da el nombre de displasia. En el análisis histológico de estas lesiones existe una displasia leve, moderada o severa dependiendo del grado en que el grosor del epitelio está afectado. La displasia severa se diferencia del carcinoma in situ por una maduración normal de las células de las capas más superficiales del epitelio, y del carcinoma invasivo por la integridad de la membrana basal del epitelio.

La supervivencia a los 5 años de pacientes con cáncer de laringe en general es de un 66 % aproximadamente, lo que lo convierte en uno de los más curables. Esto depende en gran parte del sitio en donde se origina. El sitio más frecuente de origen del cáncer de laringe es en la glotis o pliegues vocales verdaderos (59 %), le sigue la supra glotis (40%) y por último la sub glotis (1 %).

Los síntomas que en general refieren los pacientes con cáncer de laringe son: disfonía, disfagia, odinofagia, obstrucción de la vía aérea, hemoptisis y otalgia. Estos síntomas dependen del sitio en donde se origina el cáncer dentro de la laringe y su estado. La disfonía es el síntoma más frecuente asociado al cáncer de laringe originado en la glotis o pliegues vocales. Por originarse en los pliegues vocales su primer síntoma suele ser la alteración de la voz, el cual por fortuna es un síntoma temprano, lo que hace que una consulta inmediata puede derivar en un tratamiento oportuno que eleva considerablemente la posibilidad de control y cura de la enfermedad.

La evaluación de pacientes con cualquier tipo de cáncer de laringe requiere una buena historia clínica, examen físico completo, exámenes de radiología y endoscopia laríngea, incluida una estroboscopia. En la endoscopia laríngea, aparte de los métodos de ayuda diagnóstica en el consultorio, se debe incluir una exploración directa con toma de biopsia en salas de cirugía para determinar la real extensión de la enfermedad, la cual en ocasiones no puede ser valorada con los anteriores métodos de diagnóstico.

El tratamiento del cáncer de laringe incluye varias modalidades, entre las que se encuentran la cirugía, radioterapia, y últimamente quimioterapia en los protocolos de preservación de la laringe en estados avanzados. El cáncer glótico, el más frecuente, si es detectado y tratado en sus etapas iniciales tiene un porcentaje de cura de más de un 85 % con cirugía o radioterapia . Como la radioterapia es un tratamiento que en una misma zona debe ser realizado idealmente una sola vez, por la necrosis de los tejidos que produce, debe reservarse para pacientes de edad, estados más avanzados de la enfermedad o cuando por algún motivo no se considera la opción quirúrgica.

En el tratamiento quirúrgico se utilizan dos vías de abordaje según el estado del tumor: por vía endoscópica a través de la cavidad oral o a través del cuello, este último reservado para casos muy avanzados de la enfermedad, y cuando se requiere además una disección de los tejidos linfáticos invadidos por la enfermedad. En el tratamiento endoscópico, el más común actualmente dentro de los profesionales que se ocupan de la voz, se emplean disecciones con instrumental de micro-mini cirugía y el uso de láser de CO2. Este tratamiento es el ideal puesto que intenta preservar cuando es posible la función de la laringe. Existen además métodos de reconstrucción endoscópica posterior al tratamiento inicial, cuando el caso requirió la necesidad de resecar suficiente tejido con la consiguiente alteración de funciones de la misma como la voz y la protección de la vía aérea.

El tratamiento de cualquier tipo de cáncer de laringe depende también de la experiencia y preferencia del médico y cirujano, pero en cualquier caso su detección y tratamiento oportuno puede derivar en altas tasas de curación o evitar tratamientos futuros más agresivos que aumenten la morbilidad de estos pacientes. Por lo tanto, si usted o alguien que conoce, tiene una disfonía de 10 o más días de evolución, y además tiene algunos de los factores de riesgo arriba mencionados, no dude en consultar lo antes posible a su médico.